Violentos con sigo mismos, se juzgan eternamente por todo lo que hacen. Se llenan de culpas y huyen despavoridos frente a una realidad que siempre se les vuelve tóxica y nociva.
No se permiten a si mismos relajarse, pero le ofrecen a su entorno todos los cuidados y las garantías para que se sientan protegidos.
Viven en función de los demás. Necesitan la valoración positiva de los otros, para sentirse a gusto y lo entregan todo con tal de ser reconocidos.
Son vulnerables al extremo, e interpretan cualquier señal de los otros (un gesto, una palabra o una mirada) como un signo de desaprobación.
Y sufren tanto en el esfuerzo de agradar, que terminan valorándose como desagradables.
El filtro mental para escoger entre lo bueno y lo malo, es disfuncional. Evalúan como malo todo lo que hacen. Como un filtro que no filtra quedan en una situación de vulnerabilidad tan grande que el mundo se les vuelve peligroso.
Los demás los buscan como consejeros y depositan en ellos sus secretos más íntimos. Tienen muchísimos recursos para cooperar y aconsejar a todo el mundo, pero no logran aplicarlos a sus propias experiencias.Y entonces se sienten frágiles y sin posibilidades de mejorar.
La exigencia por agradar se vuelve nociva y queda asociada directamente al dolor emocional..Las personas que lo dan todo por el otro, y no logran ofrecerse siquiera un momento de calma y relax a sí mismos se arriesgan a enfermar. Lo saben y eso los asusta, pero no hacen nada para cambiarlo.
La psicoterapia cognitiva es altamente eficaz para corregir este patrón de pensamientos a partir de otorgar un significado diferente a los pensamientos que generan culpa y dolor.
Betina Ianovski
contactos a: baianovski@hotmail.com
o al 541151102327
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