Tomar la decisión de cambiar de trabajo a veces deja
de ser una elección que pueda ser procesada deliberadamente.
Existen contextos laborales negativos en los que
la desvalorización del capital humano se transforman en la moneda
corriente con la que se comercia el contrato psicológico de los empleados.
La libertad de pensar, sentir y actuar se acota, y la
frustración se apodera de las emociones básicas.
El pensamiento imperante de quien lo padece es el
de huida o escape. "Necesito escaparme de este
calvario" "No quiero entrar a mi trabajo"; " No soporto más
este lugar" "¿ Cuánto tiempo más tendré que resistir?
" Estoy perdiendo las fuerzas".
La des-motivación y el desgano se
entrecruzan en el pensamiento, mientras la trampa vital referente a la dupla
continuar-abandonar se encarna en indecisión, dando origen a una desazón
característica de una crisis laboral.
Trabajar en contextos adversos provoca una sensación
de malestar insoportable, que genera una enorme disminución de la autoestima, y
pone en riesgo la salud mental y psíquica.
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¿Lo único que queda
es soportar?
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¿Renunciar al empleo?
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¿Cómo afrontar los gastos
fijos, si se accede al impulso imperioso de huir de la empresa?
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¿Vale la pena
arriesgarse a perder la indemnización con tal de no seguir soportando?
·
¿Es una buena salida
renunciar y salir a buscar trabajo en un contexto altamente adverso?
¿Entonces qué
hacer?
Los pasos a seguir requieren un análisis minucioso. Es
importante no dejarse guiar por la emoción pura .
Ser analítico y previsor. Consultar con profesionales
serios y éticos pueden ser excelentes alternativas para gestionar el cambio,
aún en medio del gran dolor que implica trabajar en un lugar en el cual una
persona se siente desvalorizada, oprimida, angustiada, e inhibida en la
producción de su potencial laboral.
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Definitivamente la
mejor alternativa es trabajar y gestionar el cambio de manera graduada mientras
se evalúa la inserción en algún puesto diferente.
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No dar rienda
suelta a los impulsos y dejar el trabajo de un día para el otro.
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Elaborar un plan de
transición
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Analizar las
condiciones del mercado
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Evaluar las
posibilidades de acuerdo al perfil personal en relación a las oportunidades de
reinserción
Betina Ianovski
Psicoterapia Cognitiva
Mail a : baianovski@hotmail.com
Contacto telefónico para solicitar consultas:
1551102327
Entrevistas presenciales y vía skype
La orientaciòn laboral es una opciòn en momentos como este tambièn.
ResponderEliminarEl problema base de esta situación es que el 90 % de la gente no trabaja en aquello que le gusta, sino que se limita a agarrarse al primer empleo que le permita sobrevivir, con el paso de los años estar haciendo algo que no te motiva ni te gusta no puede generar mas que desazón y aburrimiento, si le sumamos a esto las caracteristicas que buscan hoy en dia las empresas en sus jefes (egoismo como virtud, empatia cero y despotismo salvaje), el coctel es insostenible para una mente normal.
ResponderEliminarSolo queda hacer una coraza psicologica, una armadura que te aisle mentalmente de esa situación.
Lo mejor es buscar un cambio, arriesgarse, hacer aquello que realmente te guste, todo el mundo tiene algo que le gusta hacer, detectarlo, explotarlo y centrarse al 100% en que esto sea tu medio de vida, tu trabajo y tu ilusión.
Esa es la única y verdadera solución.