miércoles, 28 de septiembre de 2011

El reloj de Clara. Sobre una crisis de vida


“…Piel de oro, rojo enfermo, el amor ambidiestro..
De la luz hacia lo obscuro magia veneno.
De lo obscuro hacia la luz, todo nuevo..
Respirarse, emborrachar, morir y seguir viviendo.” Magia y veneno. Catupecu Machu.


La paciente tiene 35 años y está sola. La incertidumbre acerca de su futuro aparece en un momento de su ciclo vital en el que se produce la consulta. Se siente fracasada en las distintas áreas de su vida, no está casada, no tiene hijos, su futuro se ve desesperanzador.
Las crisis vital emerge en la vida de Clara,  en un momento bisagra de su vida, su tiempo de cosecha y fertilidad tiene fecha de vencimiento.
Con cierta desesperanza, no logra enfrentar el sonido de un reloj que la oprime, y que es vivido subjetivamente  como una amenaza,
Surge una sensación de que los recursos subjetivos con los que cuenta resultan insuficientes  para afrontar las nuevas situaciones que se presentan.
Ella es profesional, y fue recientemente ascendida, sin embargo no logra reconocerlo como un logro. Se siente débil, frágil frente a sus compañeros.
Su comprensión acerca de que todos los seres humanos atraviesan acontecimientos psicosociales críticos, queda limitada y no logra comprender que las crisis son las  que mueven necesariamente a realizar cambios de hábitos que permitan lograr adaptarse emocionalmente a lo que los nuevos hechos demandan.
Posee escasa flexibilidad cognitiva, (capacidad de adaptación en su capacidad de pensar y por lo tanto de sentir y actuar) y su  capacidad para adaptarse a las nuevas situaciones se encuentra obstruída.
 La crisis vital no es un trastorno mental, pero es un factor influyente en la calidad de vida de quien lo experimenta.
Uno de los  objetivos del tratamiento, es cuestionar la creencia acerca de una vida totalmente frustrada, vacía de logros, para buscar evidencias que muestren que todas las personas se encuentran expuestas a sufrir un período de crisis vital en cualquier momento de la vida y es esperable atravesarlo con un intenso malestar emocional, con cambios en las creencias, valores y patrones comportamentales. El sufrimiento es un aspecto inevitable de la vida, del cual ninguna persona puede escapar. No es positivo ni negativo, es desagradable de experimentar pero permite reflexionar, evaluar alternativas y cambios de comportamiento, también mueve a reformular las creencias y valores subjetivos y con ello los objetivos de vida.  
Existen además de los pasajes dentro de un ciclo vital de una etapa de la vida a otra nueva, otros factores que desencadenan crisis vitales como por ejemplo,  crisis y separaciones de la pareja, la adaptación a la convivencia, las tomas de decisiones sobre una carrera u oficio, cambios de puesto de trabajo, etc.
Las personas pueden verse motivadas a solicitar ayuda psicoterapéutica ante diversas situaciones vitales dolorosas. El tratamiento terapéutico en crisis vitales conlleva como primera funcionalidad la de obrar como una modalidad preventiva para la prevención de futuros desordenes mentales. Dentro del manual Psicodiagnóstico DSM 4 a las crisis vitales se las califica como trastornos adaptativos, Los mismos pueden ser identificados  cuando aparecen signos de algún estresor psicosocial , que activa una reacción en el individuo que afecta significativamente diversas áreas de su funcionamiento vital, afectándolo negativamente.
A través de un tratamiento se propondrá de manera cooperativa  abordar los objetivos acordados entre terapeuta y consultante,  de forma tal de lograr alterar los significados que producen malestar, y reestructurarlos de manera de convertir los pensamientos disfuncionales en funcionales. Aceptar el problema, enfrentarlo y actuar con él es la mejor vía para la reestructuración de los pensamientos y de esta manera lograr una mayor sensación de bienestar que permita disfrutar del proceso de cambio y salir del mismo fortalecido y enriquecido.

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