jueves, 22 de marzo de 2012

La monotonía espantosa frente a la falta de reconocimiento. ¿Empujar para nada?

La falta de reconocimiento de los logros alcanzados duele tanto, que no existen palabras para significarlo.
Siempre se miden los objetivos defectuosos, pero parece ser que nadie valora los buenos resultados.
La creatividad se aplasta, y se pierde el incentivo. La motivación se duerme apabullada, y se hunde en un sueño eterno y doloroso.El agotamiento corroe los deseos y la voluntad de hacer algo queda obstruida en el medio de una enorme demanda
Empujar para nada, conduce a la monotonía espantosa. .
El silencio interior genera una pregunta sin respuesta. Acaso empujar para nada tenga algún sentido.
El principio del circulo vicioso queda instaurado. Se apagan los ideales, y se destruye un cambio potencial.
¿Cómo inciden los esquemas de pensamiento en este tipo de problemática?
Este estilo de evaluación constituye un esquema de pensamiento que se rigidiza con el paso del tiempo y provoca malestar, disonancia. La brecha entre lo esperado y lo obtenido se hace enorme y como resultado de esta diferencia surge la desazón.
Existen modalidades de trabajo sobre este estilo de pensamiento basados en las neurociencias, en los cuales se reeducan los esquemas de pensamiento, de manera de perturbar estratégicamente las ideas que provocan malestar. La monotonía espantosa puede migrar a otro puerto en el cual la perturbación y el dolor emocional dejen de ser los protagonistas de la historia.
¿Es posible significar la experiencia de empujar para nada desde un nuevo paradigma de pensamiento?
Estos  estilos de pensamiento pueden ser cuestionados y re-formulados como una modalidad positiva de  intentar un cambio.
El desafío será entonces destituir a la monotonía espantosa, para lograr acceder a otra pauta de comportamiento que genere bienestar.
¿Qué podrías perder intentando cambiar?
¿Qué podrías ganar fomentando el cambio?




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