Constantemente
preocupados, con una carga de ansiedad frecuente y persistente, así son ellos.
No tienen un minuto libre. Se proponen mil actividades al mismo tiempo. Abren una pestaña, y otra, y otra hasta que se les cuelga el sistema de vida. No pueden parar de comenzar a realizar actividades. Todo al unisono.
Las preocupaciones son muchas, y suelen
ser crónicas e invasivas. A veces son exageradas y no guardan relación con las posibilidades materiales de cumplirlas.
El sentimiento de vivir
bajo tensión conduce a una inmensa irritabilidad.
La intranquilidad la viven con gran intensidad. Más de lo que sería razonable en una situación en particular para el común de la gente.
Impaciencia y ansiedad
se retroalimentan hasta alcanzar picos máximos que culminan en cuadros que
pueden impregnarse de angustia sin sentido. Muchas de las personas también experimentan otros trastornos médicos,
como depresión y/o pánico.
Al percibir como
gravemente amenazantes situaciones que en general no atentan contra la vida
humana, el cerebro recibe señales de que el cuerpo está en peligro.
Es así como se disparan alarmas y señales como temblores, dolores de cabeza, mareos, tensión muscular,
dolores o molestias, tendinitis, contracturas cervicales,molestias abdominales y sudoración excesiva.
La gente que la padece
también puede tener problemas de concentración y dificultades para conciliar el
sueño.
El TAG es el nombre con el cual el manual DSM 4
nomina a este conjunto de síntomas
psicológicos que probablemente son causados por una combinación de factores biológicos,
ambientales y de circunstancias relacionadas con los diferentes etapas de los
ciclos vitales.
Las investigaciones han
demostrado que las tratamientos de psicoterapia cognitiva son altamente efectivos para el
tratamiento del TAG.
También son útiles las técnicas de
relajación y respiración profunda , meditación,
mejor manejo del tiempo, ejercicio físico, yoga, y caminatas a paso relajado para
controlar la tensión psíquica y muscular.
Explorar en forma guiada
el modo en que cada persona evalúa su capac idad para manejar el tiempo, puede
ser la clave para reasignar un sentido a lo que es posible de hacer en el corto
plazo y no intentar hacer todo de una vez y quedarse con la sensación de no
haber hecho nada.
Quizás allí esté la clave
para " empezar a ordenarse" y disfrutar de la libertad de
" poder hacer".
Cada
día puede ser una oportunidad para intentar cambiar un estilo actitudinal que
deteriora la calidad de vida.
Crearse
metas posibles, y evaluar su cumplimiento de un modo más compasivo puede ser un
buen primer paso.
Nada
se pierde con intentarlo.
Betina
Ianovski
Psicoterapia
Cognitiva
Terapias
Presenciales y a distancia.
baianovski@hotmail.com
Betina, estoy exactamente en el punto que comentas. No sabes lo que me ha servido tu artículo.
ResponderEliminarGracias
Proximamente seguiré el desarrollo de este tema que identifica a tantas personas. Gracias por tu comentario.
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