sábado, 25 de febrero de 2012

Economía del tiempo. Cuando la perfección antecede a la acción.

¿Ser  tan analítico, puede ser un  obstáculo para encarar un proyecto? ¿Pensamiento y creatividad pueden transitar en caminos paralelos? ¿Cuál es el corolario del pensamiento exhaustivo que no se logra plasmar en la acción? ¿Es posible que cuando esto sucede aparezcan signos de ansiedad?
Anhelar  lograr la excelencia en las tareas que se emprende,  puede implicar largas demoras, o incluso la no concreción de una idea. Esta modalidad laboral suele ser característica de las personas muy orientadas a resultados y con altos ideales de Perfeccionismo.
El corolario de  este tipo de pensamiento, es que a la hora de hacer, se quedan boyando, hamacándose  entre una idea y otra, sin lograr volcar el contenido que están generando. Obviamente el criterio del perfeccionismo exhaustivo aplica para profesionales que trabajen en el campo de la investigación, donde las hipótesis requieren de un análisis extenso y exhaustivo, antes de llegar un resultado.  
Visto y considerando que el tiempo es el único bien de cambio que cuando se pierde no se recupera, me pregunto ¿Qué les pasa a aquellos que tienen mil ideas y no pueden volcar ? ¿Cuál es el punto de corte para finalizar la etapa del  análisis?¿Poseen la suficiente confianza en sí mismos? ¿Y si es así, porqué no logran desarrollar la idea? 
Siempre parecería faltar algo para comenzar la gestión. Es allí cuando comienzan a investigar más y más, abriendo y explorando mil ventanas. Algunas  pueden resultar ser de utilidad, aunque no logran cerrarlas en un producto único. 
Este estilo de personalidad posee estándares de auto exigencia muy altos. Se caracterizan por presentar una tendencia a ser muy analíticas, con tendencia a demorarse y a mostrarse inseguras acerca del camino a tomar. Oscilan entre lo creativo y lo convencional. Se saben creativos, y si bien están  muy seguros de su rendimiento,  no logran concretar el objetivo que se proponen.  Son ambiciosos, y bucean para encontrar un producto distinto, elaborado y diseñado con originalidad. Desean hacerlo tan bien como se pueda. Son atrevidos e intrépidos para investigar. No tienen barreras y son googleadores empedernidos. 
En definitiva, la falta de resultados aparece paradojicamente como el producto de una gestión cuyo agente  busca la excelencia en sus resultados. Cuando la formula de la excelencia paraliza es necesario buscar alternativas.  Generar herramientas individuales puede ser un buen comienzo para gestionar un cambio. De este modo surgirán nuevas fórmulas que alteren un modelo enquistado de pensamiento y de acción que suele  causar angustia, ansiedad y deja un sabor amargo.  

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