Es triste, sentir que nunca se hacen las cosas perfectas. No conocer el sabor del logro, porque todos los esfuerzos que se ponen para alcanzar una meta se terminan desdibujando, porque el trabajo listo nunca parece estar completo.
Los que siempre esperan algo más sufren eternamente. Consideran absolutamente natural que todo les salga bien.
Por lo general suelen ser talentosos, pero no pueden reconocerlo. Nunca logran disfrutar nada.
El éxito y el fracaso se transforman entonces en rivales inconciliables.Esta rivalidad se traduce en términos de pensamiento de "todo o nada".
Todo el pensamiento queda centrado en "el fracaso", en lo que falta. Estiman que todo lo que hacen lo podrían haber hecho mucho mejor.
El punto negro se convierte en una cruz. El "así debe ser" es el modo de atribuir un sentido a los objetivos que nunca parecen llegar a alcanzarse.
Evaluar en estos términos afecta negativamente los modos de pensar, sentir y actuar. El malestar se perpetua en el pensamiento y no hay forma de que logren valorar los logros alcanzados.
El auto reproche, la sensación de estar en deuda con si mismos , resalta la sensación de ineficiencia y deteriora enormemente la capacidad de evaluación del si mismo..
El camino hacia el éxito pasa a convertirse en una fijación casi obsesiva, que se corroe y se oxida con la insatisfacción.
En la vida de las personas quedan cuentas pendientes. En muchas oportunidades estas deudas emocionales generan un profundo malestar.
La auto evaluación que hacen estas personas sobre su historia personal no contempla jamás los logros alcanzados. Solo pueden ser visualizados los baches, y los desvíos del recorrido.
"No haber podido hacer algo", pasa a ser el rotulo que da sustento a la disconformidad personal y se traduce como "El eslogan de la insatisfacción".
La psicoterapia cognitiva permite interrogar estos estilos distorsionados del pensamiento que provocan tanto dolor y malestar. Cuestionar el peso atribuido al fracaso, en desmedro de la escasa valoración que se les otorga a los logros. Asignarle un significado al éxito, esa palabra tan bonita pero cruel para aquellos que perciben que no lo pueden alcanzar permite atribuirle un nuevo sentido a la palabra.
Si bien es muy importante analizar el significado que cada persona le atribuye a la palabra éxito,es imprendiscindible resignficar el peso de la palabra "fracaso".
Explorar en forma guiada el modo en que cada persona evalúa su " No haber podido hacer", puede ser la clave para reasignar un sentido a lo que "si se ha podido hacer". Quizás allí esté la clave para " empezar a hacer" y disfrutar del " poder ser".
Cada día puede ser una oportunidad para intentar cambiar un estilo tan doloroso de pensamiento.
Crearse metas posibles, y evaluar su cumplimiento de un modo más compasivo puede ser un buen primer paso.
Nada se pierde con intentarlo.
Betina Ianovski
Psicoterapia Cognitiva
Terapias Personales presenciales y a distancia.
baianovski@hotmail.com
Los que siempre esperan algo más sufren eternamente. Consideran absolutamente natural que todo les salga bien.
Por lo general suelen ser talentosos, pero no pueden reconocerlo. Nunca logran disfrutar nada.
El éxito y el fracaso se transforman entonces en rivales inconciliables.Esta rivalidad se traduce en términos de pensamiento de "todo o nada".
Todo el pensamiento queda centrado en "el fracaso", en lo que falta. Estiman que todo lo que hacen lo podrían haber hecho mucho mejor.
El punto negro se convierte en una cruz. El "así debe ser" es el modo de atribuir un sentido a los objetivos que nunca parecen llegar a alcanzarse.
Evaluar en estos términos afecta negativamente los modos de pensar, sentir y actuar. El malestar se perpetua en el pensamiento y no hay forma de que logren valorar los logros alcanzados.
El auto reproche, la sensación de estar en deuda con si mismos , resalta la sensación de ineficiencia y deteriora enormemente la capacidad de evaluación del si mismo..
El camino hacia el éxito pasa a convertirse en una fijación casi obsesiva, que se corroe y se oxida con la insatisfacción.
En la vida de las personas quedan cuentas pendientes. En muchas oportunidades estas deudas emocionales generan un profundo malestar.
La auto evaluación que hacen estas personas sobre su historia personal no contempla jamás los logros alcanzados. Solo pueden ser visualizados los baches, y los desvíos del recorrido.
"No haber podido hacer algo", pasa a ser el rotulo que da sustento a la disconformidad personal y se traduce como "El eslogan de la insatisfacción".
La psicoterapia cognitiva permite interrogar estos estilos distorsionados del pensamiento que provocan tanto dolor y malestar. Cuestionar el peso atribuido al fracaso, en desmedro de la escasa valoración que se les otorga a los logros. Asignarle un significado al éxito, esa palabra tan bonita pero cruel para aquellos que perciben que no lo pueden alcanzar permite atribuirle un nuevo sentido a la palabra.
Si bien es muy importante analizar el significado que cada persona le atribuye a la palabra éxito,es imprendiscindible resignficar el peso de la palabra "fracaso".
Explorar en forma guiada el modo en que cada persona evalúa su " No haber podido hacer", puede ser la clave para reasignar un sentido a lo que "si se ha podido hacer". Quizás allí esté la clave para " empezar a hacer" y disfrutar del " poder ser".
Cada día puede ser una oportunidad para intentar cambiar un estilo tan doloroso de pensamiento.
Crearse metas posibles, y evaluar su cumplimiento de un modo más compasivo puede ser un buen primer paso.
Nada se pierde con intentarlo.
Betina Ianovski
Psicoterapia Cognitiva
Terapias Personales presenciales y a distancia.
baianovski@hotmail.com
En realidad cada mínuto en la vida profesional de una persona es una oportunidad para volver a reinventarse y muchas veces hacer bien lo que antes se intento sin resultados. Realmente, el desánimo y la depresión abunda en la cara de los flojos.
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